Muchísimas gracias a todos, ¡el programa de hoy ha sido espectacular!
La tensión me agarrotaba el cuerpo desde las nueve de la mañana, cuando he llegado a la Facultad. El ver los programas de los compañeros, los fallos técnicos, la ausencia sin avisar de invitados... Además, para colmo, nos habían dicho a última hora que habría una conexión en directo con ONDA MADRID ..."oh-oh"...verdaderos profesionales, qué miedo.
Sin embargo, hablar con Carlos Honorato a mitad de la mañana me ha tranquilizado; somos del mismo estilo y llevamos programas desenfadados en los que la sonrisa es el timón. Me ha gustado como persona y como profesional.
A las doce y media, ya sabía, además que Sergio Lage, el surfero gallego, había aterrizado sin problemas ni retrasos en Madrid y que podría estar a su hora.
A las dos ha llegado Sandra Brotón, una de las chicas más trabajadoras de La Divina Frecuencia, siempre dispuesta a ayudar, amable, educada y eficas me ha ayudado a terminar la impresión de las escaletas y se ha hecho cargo de ellas "no te preocupes Blanca, come tranquila, yo me encargo". Da gusto que alguien aparezca para echarte una mano cuando tienes quince minutos para hacer TODO.
A las tres los primeros invitados han hecho su aparición: Alberto Díaz López, que me ha abrazado todo lo fuerte que te puede abrazar alguien que ha sido uno de tus grandes amigos, un guia de la calle y un protector en la vida.
Detrás David Fernández y Rosa Sorroche, los dueños de Suite Panoramic, mayores que nosotros (no mucho, no os creais) han sabido tener una paciencia infinita con nosotros, quedándose a un ladito mientras yo daba las indicaciones de última hora.
Faltaban... Jimmy Castro había variado sus planes y no venía en metro. Menos mal que he recordado que había plazas de parking reservadas. Encantador, en cuanto ha bajado del coche me ha abrazado todo lo fuerte que te puede abrazar alguien que ha sido uno de tus grandes amigos, un hombro en los momentos malos y un alborotador en los de gozo.
Sergio Lage ha llegado a continuación, con su sonrisa de siempre, con su ánimo de cambiar las cosas con energía positiva. Pese a que él no fuma, no le ha importado esperar en la calle a los que sí los estábamos haciendo.
Sólo faltaban ya Diana Palazón y Félix Gómez.
Tres cincuenta de la tarde. Comienza la aventura.
En el próximo post os cuento, con fotos, que queda mejor, lo que vivió La Divina Frecuencia, pero desde mi punto de vista personal que aunque sabeis que no suelo hacerlo, esta ocasión merece la pena.
Blanca Glamour
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